Una vez concluido el encuentro entre Raja Casablanca y Atlético Mineiro, correspondiente al Mundial de Clubes y en el que la escuadra marroquí salió avante para alcanzar la final del certamen, Ronaldinho regresó a los vestidores sin zapatos, pues dos rivales se los pidieron prácticamente se los quitaron.
Después del silbatazo inicial y mientras los jugadores se saludaban de manera deportica, un jugador de la escuadra marroquí abrazó por varios segundos al ‘astro’ brasileño y posteriormente se puso a sus pies para quitarle uno de los zapatos, mientras uno de sus compañeros hizo lo propio con el otro botín.
La ‘magia’ y legado de Ronaldinho dentro del balompié mundial provoca estas muestras de admiración aún en situaciones inimaginables.
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